I n t r o d u c c i ó n

 

Estimados lectores:

Es con gran pena que presento ante ustedes estos documentos que describen una de las situaciones más difíciles con las que me he encontrado en mi vida.

Yo no tengo ninguna experiencia personal que relatar durante los años, no sólo como devoto, sino como promotor de las maravillosas enseñanzas que nos llegaron a través de Sathya Sai Baba.

Mi experiencia interna ha sido una de crecimiento y toma de conciencia, y le doy gracias a Dios por todo lo que se me ha mostrado. Considero la presente situación sólo un paso más en el desenvolvimiento del Ser interior y encuentro que mi deber en este momento es seguir adelante y llevar a cabo mi parte en la difícil tarea que tantos se han puesto ante sí mismos de salvar a la humanidad de más desgarro al comenzar a desenmascarar la decepción que ha estado tan inteligentemente disfrazada.

No soy lo suficientemente importante dentro de la Organización como para ser creído como exponente de la verdad, en sí, no sé quién lo será. El hombre tiene una forma de convencerse a sí mismo de lo que quiere creer. Es por eso que nos encontramos en la presente situación.

Mi tarea, como la de todos los demás que estén envueltos en hacer conocer esta verdad, es tresdoble:

  1. A los devotos en general. Siendo lo suficientemente cuidadoso como para dejarlo a su propio discernimiento. No es mi intención, ni mi deber, tratar de convencer a nadie, ya que cada uno de nosotros tiene su propia guía interna y puede elegir oírla o no oírla. Sin embargo me mantengo disponible para cualquier apoyo o guía que me sea posible prestar y que sirva de ayuda a otros en esta transición.
  2. A los que se encuentran en puestos públicos o en organizaciones públicas que podrían ser engañados y caer en esta asombrosa trampa institucionalizando, trabajando con y/o promoviendo la Organización Sathya Sai.
  3. A aquellos a los que he estado guiando por tantos años, que son mi mayor responsabilidad. Su apertura, su amor, su sinceridad, su confianza y su acercamiento a mí hacen de esto una invencible hazaña en la que no puedo tener más que a Dios como guía.

Es contemplando todo lo dicho que pongo ante ustedes la siguiente documentación.

Que Dios les otorgue la fuerza, el dominio interior e ilumine vuestro discernimiento para lo que están a punto de oír.